Ojalá mi familia tuviera dinero para salir corriendo de esta casa y no volver nunca más. Ojalá mis padres hubieran planeado bien su vida para que nunca hubiera nacido, para que no me lastimaran, para que no me dejaran llena de heridas y miedos en las noches. Ojalá mi vida fuera diferente, para cambiar lo malo que hay en mí, para tener fuerza de voluntad y convencerme que mi hogar nunca será sinónimo de melancolía. Ojalá pudiera tener una familia llena de amor y de ternura, que me apoyara en todo momento y no la que tengo, que su inferioridad no involucrara asentir ante las personas que me dañan, como asumiendo que siempre será la misma historia, una en la que no han vida sin no accedes a lo inaceptable, y consagras tu infinita existencia al dinero. Ojalá algún día pueda salir de aquí, pueda por mis propios méritos, decir que me alejé de las personas que llamo familia. Ojalá aun tenga vida cuando salga de ti, y que el único método de pisar el césped no sea por una camilla. Ojalá mi vida fuera diferente, quiero que sea diferente. ¡Dios, que pueda ser diferente!